¡Oh esposa y amiga!
que tan dulcemente
amparas en tu frente
mi hosca fatiga,
y con tus blancas manos,
el dolor mitiga
a mi obscuro corazón.
¡Oh dulce compañera!
Si se me olvida decir que te amo,
oh mi amor, perdona mis errores,
pues soy como aquellas flores
que se ocultan entre su ramo.
Como si no supieras,
que cada día que pasa, es más cierto,
que soy más tuyo, al saber que me amas,
porque se ve más cielo entre las ramas
cuando empieza a deshojar el huerto.
Tras las suaves huellas de tu planta,
mi deseo se humilla más cordial;
y como el mirlo oculto en el nogal,
mi corazón su gozo te canta.
Cruza los aires un arrullo agreste,
el universo está magnifico y desierto,
y contigo es la claridad celeste
que me alboroza como a un lirio abierto.
Así con esta plácida alegría
que al corazón lo dilata,
compuse esta sonata,
que es casi una melodía.
que tan dulcemente
amparas en tu frente
mi hosca fatiga,
y con tus blancas manos,
el dolor mitiga
a mi obscuro corazón.
¡Oh dulce compañera!
Si se me olvida decir que te amo,
oh mi amor, perdona mis errores,
pues soy como aquellas flores
que se ocultan entre su ramo.
Como si no supieras,
que cada día que pasa, es más cierto,
que soy más tuyo, al saber que me amas,
porque se ve más cielo entre las ramas
cuando empieza a deshojar el huerto.
Tras las suaves huellas de tu planta,
mi deseo se humilla más cordial;
y como el mirlo oculto en el nogal,
mi corazón su gozo te canta.
Cruza los aires un arrullo agreste,
el universo está magnifico y desierto,
y contigo es la claridad celeste
que me alboroza como a un lirio abierto.
Así con esta plácida alegría
que al corazón lo dilata,
compuse esta sonata,
que es casi una melodía.
J.Plou
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