La tarde riega lirios y azucenas
en las verdes laderas de los montes,
y el Padre Sol sacude sus melenas
de púrpura en los quietos horizontes.
En un espectacular recogimiento
están los árboles y las plantas.
Baja la bruma y riza el viento
despliego mis mantas;
y a la sombra de un árbol silencioso
que da a los vientos de la tarde flores,
en un dulce silencio de reposo
me doy a recordar viejos amores.
Desfilan por mi mente mil historias,
fríos abrazos y olvidados besos,
breves conquistas y falsas victorias,
que llenan de texto mis versos.
La vi una tarde en la avenida.
vestía un traje de chaqueta,
leía en silencio, complacida,
y en mis horas de poeta
siento su perfume de violeta
y hondo amor dentro del alma.
Mientras sopla el viento,
vuela más mi fantasía,
y entonces siento
que necesito su compañía
J.Plou
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