Una noche de cielo azul,
allí encontré mi tesoro,
con un vestido de tul
y un corpiño de oro.
Su cara con ese brillo
de un diamante vistoso,
engarzado sobre zarcillo
con un brillo misterioso.
Me encandiló su fulgor
con esa virtud peregrina,
y con esa sonrisa divina,
que despertó en mi el amor.
J.Plou
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