Te espero con alegría
en la iluminada aurora,
con que aparece el día
con su luz embriagadora.
Las sombras abandonan
la ladera del monte,
las verdes colinas,
y el azul del horizonte.
Ven, como en el pasado,
a curar mi corazón vibrante,
sobre el verdor del prado,
bajo este cielo brillante.
Mi corazón te espera
con amor de juventud dormida,
que despierta al pasar la primavera
y florece en mi cabeza encanecida.
Como el agua helada de la fuente,
presa del invierno en la montaña,
y se despeña en forma de torrente
cuando brilla la luz y el sol la baña.
J.Plou
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