martes, 8 de enero de 2019

Iba pensando en ti


Marchaba por la abrupta serranía 
el tren con rauda y sonora marcha, 
y el trigo sobre la verde pradera, 
en la tarde otoñal languidecía. 
Iba pensando en ti, como solía 
cuando el dorado sol, 
sobre el mar caía. 
Eras entonces para mí, 
un tesoro de ternura y piedad. 
Cándida y buena, 
para el árido yermo de mi pena, 
y brotar hiciste al manantial que calma 
y que al enfermo corazón devora, 
y pusiste en la noche de mi alma 
todas las claridades de la aurora. 
Iba pensando en ti, como solía  
bajo el azul del cielo y sobre el mar, 
al despedirse el día. 
Y cuando por la abrupta serranía, 
llegó la sombra con crespón de duelo, 
le dije mi dolor al Cielo... 
Y el Cielo, mas lejano que el mar, 
ya no me oía. 

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