Surgías como un hada,
y en silencio te anhelaba,
tu brillante piel semejaba,
divina flor de mayo.
Mis ojos perseguían tu mirada
y el rumor de tus labios;
rompía el hechizo de la noche
con amorosos cantos.
Las rosas perfumaban,
tus adorables manos,
llegaba una brisa de nostalgia,
hasta tus ojos claros.
Las cosas te adornaban,
como la hierba al campo,
yo buscaba caer en la prisión
de tus lejanos brazos.
Seremos dos estrellas,
con un dictado extraño,
hablando en verso,
hablando en prosa;
tú, llenando de magia,
nuestro universo,
yo, buscando llegar a tus oídos
con mi ruido de pájaros.
J.Plou
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