Fue el inicio de nuestro amor,
aquella noche frescamente umbría,
polvorosa de estrellas se ponía
y en mi alma sentí calor.
Con la íntima dulzura del suceso,
motivó mis labios tus sonrojos,
con radiante luz ví tus ojos,
en aquel inesperado beso.
Y lo que en ellos se asomó a mi vida,
fue tu alma y tu figura,
que llena de ternura,
aleteaba en tus párpados rendida.
J. Plou
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