Todavía el dolor mora en mi frente
se humedecen mis ojos todavía;
mis ojos, ¡ay!, al recordar este día
afloran los recuerdos a mi mente.
Ella es la luz de mis noches:
y esa luz, mi corazón ilumina
como el rayo de sol en la colina.
¡Yo la quiero!... ¡La quiero sin medida,
con un amor como ninguno,
a la madre que me dió la vida!
J.Plou
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