El mar, parece dormir esta tarde,
calienta el sol sobre el agua lisa,
y por su reflejo, parece que arde,
como una rosa movida con la brisa.
¡Oh! cuanta ola esta tarde contenida,
que daña a mi pupila delicada,
cuanta encrespada furia convertida,
en una marea tranquila, moderada.
¡Oh! mar Mediterráneo, sobre tu siesta,
se me abre al pecho un corazón de pluma,
y en tu sueño, se alegran como en una fiesta,
los hombres que viven de tu espuma .
J. Plou
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