
Noto como brilla su mirada,
mi nieto Jan, la gran estrella dorada.
Con paso firme y corazón valiente,
practicando taekwondo, es excelente.
Cinturón negro, tesoro en su pecho,
cada patada, cada golpe, un hecho.
Con sudor y esfuerzo se ha ganado,
medallas de oro, su sueño alcanzado.
La yaya y yo, con orgullo lo miramos,
nuestro niño guerrero, siempre luchamos.
Con amor infinito, su espíritu alentamos,
Jan, el deportista, juntos soñamos.
En cada combate, una lección vital,
la perseverancia, su arma principal.
Con coraje y pasión, nunca se rinde,
que en su corazón, la victoria se anide.
Celebramos sus logros, aunque esté lejos,
en cada éxito, crecen sus reflejos.
Jan, nuestro nieto, en quien resplandece,
el amor sincero que siempre prevalece.
J. Plou
No hay comentarios:
Publicar un comentario