martes, 8 de enero de 2019

¿Qué es un soneto clásico e isabelino?

El concepto de soneto proviene de la palabra italiana sonetto, que significa pequeño sonido. Un soneto es uno de los muchos tipos de composición poética que existen, y es fácil de reconocer, en particular, por su estructura.

Esta es una de las formas de poesía clásica más populares, y ha sido utilizada por una infinidad de escritores famosos, dentro de los cuales se destacan William Shakespeare (máximo representante del soneto isabelino), Francisco de Quevedo, Sor Juana Inés de la Cruz, Federico García Lorca, y Jorge Luis Borges, entre otros más.

Aunque el origen del soneto lo encontramos en Italia, como puedes haber visto por los nombre que mencionamos, su uso se extiende a diferentes lugares y lenguas, en especial al español y al inglés.


El soneto lo podemos dividir en al menos dos vertientes con igual importancia, el soneto clásico, y el soneto isabelino. Pero, ¿qué es un soneto clásico? ¿Cuál es la diferencia de un soneto clásico con un soneto isabelino?


La diferencia entre un tipo de soneto y otro, se reduce a la organización de sus estrofas.


El soneto clásico se caracteriza por contar con dos cuartetos y dos tercetos, es decir, con dos estrofas de cuatro versos, y dos estrofas de tres versos.

Características de un soneto

Estas son las características de un soneto clásico.

*Contiene 14 líneas, con un verso en cada una.

*El soneto se compone de 11 sílabas en cada verso cuando se escribe en versión clásica, o de 14, cuando se trata de un soneto en alejandrinos.

*Se reconoce por estar compuesto en cuatro estrofas, divididas en dos cuartetos y dos tercetos.

*En el caso de los sonetos en inglés, también conocidos como sonetos shakesperianos o isabelinos, la composición cambia a tres serventesios y un pareado. Aunque algunos escritores como Jorge Luis Borges lo adaptaron a sus sonetos en español también.

*Una de las partes más importantes del soneto es la rima, la cual le otorga su sonido particular.

*Los temas para hacer un soneto son muy diversos, pero los más populares son los que hablan del amor, la muerte, y el humor.


Ejemplo de un soneto clásico

Este es un buen ejemplo de qué es un soneto clásico, se trata de un poema escrito por Sor Juana Inés de la Cruz con la estructura clásica.


Al que ingrato me deja busco amante;

al que amante me sigue dejo ingrata;

constante adoro a quien mi amor maltrata,

maltrato a quien mi amor busca constante.


Al que trato de amor hallo diamante

y soy diamante al que de amor me trata,

triunfante quiero ver al que me mata

y mato al que me quiere ver triunfante.


Si a éste pago, padece mi deseo;

si ruego a aquél, mi pundonor enojo;

de entre ambos modos infeliz me veo.


Pero yo por mejor partido escojo

de quien no quiero ser violento empleo

que de quien no me quiere vil despojo.


En el punto en el que hablamos sobre qué es un soneto clásico destacamos que su estructura está conformada por cuatro estrofas distribuidas en dos cuartetos y dos tercetos, lo cual, como puedes haber observado, se cumple totalmente en la composición de Sor Juana Inés de la Cruz.


Ejemplo de un soneto isabelino

Este es un ejemplo de soneto isabelino adaptado al español, y escrito por el escritor argentino Jorge Luis Borges.


¡Cuántas posibles vidas se habrán ido

en esta pobre y diminuta muerte,

cuántas posibles vidas que la suerte

daría a la memoria o al olvido!


Cuando yo muera morirá un pasado;

con esta flor un porvenir ha muerto

en las aguas que ignoran, un abierto

porvenir por los astros arrasado.


Yo, como ella, muero de infinitos

destinos que el azar no me depara;

busca mi sombra los gastados mitos

de una patria que siempre dio la cara.


Un breve mármol cuida su memoria;

sobre nosotros crece, atroz, la historia.


Como puedes haber observado, se usa la estructura del soneto con cuatro versos que se dividen en tres serventesios y un pareado.



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