¡No, no es la uva
la que avinagra el vino,
son los años!
Así cuando la edad avanza,
se va llenando el alma,
de un tinto envejecido.
El hombre es un sueño,
que la edad disuelve,
colocando ante sus ojos
una vida que no vuelve.
Desaparece el entusiasmo,
como se oculta el ave nocturna
al despuntar el alba.
¿Que sueños buscaré en el ocaso,
si fuí espada un día
y ahora soy escudo?
¡No, no es la uva
la que avinagra el vino,
son los años!
J.Plou
Los años te hacen cada día escribir mejor.
ResponderEliminarFelicidades José