
Soneto: A la Soledad
En el fondo de tu corazón,
la soledad se asienta y te abraza,
su eco frío en cada habitación,
susurra al viento su amarga amenaza.
Las sombras juegan danzas en tu mente,
recuerdos flotan como una hoja muerta;
un silencio eterno, que de repente,
cierra las puertas y al alma despierta.
Mas en su abrazo también hay consuelo,
pues te enseña a escuchar tu esencia,
a hallar en el dolor un nuevo anhelo.
Así, la soledad es tu sentencia,
descubre que en su oscuro desvelo,
hay luz que brota de la experiencia.
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