Bajo las nubes oscuras y densas,
vuelve el recuerdo, fugitivo y rancio,
y en esta calma si en algo piensas,
palpita una fatiga de cansancio.
Se recorta en el horizonte,
una irregular y mística silueta,
pues lejos en aquel monte,
se goza una paz de anacoreta.
La conciencia se ennegrece,
y el sueño aparece,
como un repentino desmayo;
y con los colores del iris,
en la pizarra del cielo gris,
escribe mi nombre un rayo.
J.Plou
No hay comentarios:
Publicar un comentario