Llueve...
¡Cómo resbala por mi cara agua pura!
¡Cómo moja mi ardorosa frente,
y pone en mis mejillas su frescura!
llueve pero sigo adelante,
con el alma húmeda y ligera
con la cara radiante,
sin sentir, sin soñar,
vacía de no pensar.
Un pájaro se baña en una turbia charca,
mi presencia le extraña, se detiene,
me mira... nos sentimos amigos...
¡Los dos amamos campos y trigos!
la lluvia devuelve la fragancia,
de los setos de mi infancia.
del placer dulce y desconocido,
de un tiempo que casi olvido.
J.Plou
No hay comentarios:
Publicar un comentario