Tu, que en mis sueños,
meciste mi tierna cuna,
que fuiste mi fortuna,
el ansiado porvenir:
hoy eres brisa divina
que alumbras mi camino;
y que riges mi destino,
la que calmó mi sufrir.
Ahora eres, mi ángel,
que con cantos de alegría
viniste a mi, un bello día,
y se cumplió mi ilusión;
entre sueños y placeres.
olvidando desengaños,
de mis juveniles años,
de desenfrenada pasión....
Escuché tu dulce acento,
y en mis delirios te amé;
te vi llorar, y lloré,
sin saber por qué llorar:
mi destino ya era el tuyo;
era mi amor por tu amor.
mi dolor por tu dolor.
J.Plou
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