Mentes cerradas a toda aventura,
mentes cerradas a la lámpara triste
son faros. de piel viva sobre las rosas del adiós
la imagen guardada para un viaje
¡Alma mía!, ésta es la leyenda de los años
que detesta la casa estable y el astro de fiemos fríos.
Otros buscan un rey campechano al que adorar
una gloria de cúpulas, el mármol de una noche larga,
vagar sobre truenos de aire sucio.
Ninguno declina sus resortes
y saluda al mundo y sus montañas.
He creado carne y llanto
he creado luz y abismo
me he sentado a cantar
sobre la cumbre mojada de ternuras y violencias
en donde empieza el aire de la eternidad.
Ningún aliento hace subír el día,
ninguna mano hace saltar la noche
los astros de los grandes adivinos
apenas pueden secar el llanto de las aguas.
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