Un año de agonía, un año duro,
de amanecer con el corazón abierto.
quisiera creer, pero el fin es incierto
no se que ocurrirá en el futuro.
Un año de penumbra cotidiana,
de presentir vivir, viviendo muerto,
de abrir el corazón y sentirlo yerto,
sin escuchar su musical campana.
El virus ha borrado toda sonrisa,
aunque haya acunas, presiento
que el bicho volará sobre la brisa.
Esta acerba epidemia me acongoja.
como el árbol que lento se deshoja
y va de paso con con el viento.
J.Plou
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