Me encojo en mi guarida;
me atrinchero en mis precarios bienes.
Yo, que aspiraba ser en plena juventud
un huracán de fuego,
antes de convertirme en un bostezo
en la boca del tiempo, me resisto a morir...
Sé que ya no podré ser nunca el héroe
de un rapto fulminante,
el protagonista de una fábula;
sino el recuerdo de una piel tirante,
o un perfume de persistente aroma.
Se acabaron también los años,
que se medían por los acontecimientos,
esos que se acuñaban,
con la imagen de futuro esplendor
y en los que contemplábamos la muerte
tan lejana, tan extraña...
Se agotó el prestigio
junto con el error de la distancia.
Se gastaron todos los sueños,
bajo la mordedura de los años.
¿Y no habrá nada que me fuerce a quedarme?
¿Nadie que se adelante a reclamar por mí,
en nombre de una historia inacabada?
J.Plou
No hay comentarios:
Publicar un comentario