Una flor por el suelo,
un suelo de hojas empapado,
y encima de ese suelo, el cielo
lleno de luna y de brillantes...
Una brisa que a la noche acariciaba;
sentada en aquel banco,
bella como un ángel, me esperaba
y vestida de blanco...
Aún recuerdo en mis noches de desvelo
con la luz de una luna como aquella,
el verde y el azul del cielo,
y brisa y hojas y flor y banco y ella.
Aún me acuerdo de los delirios
que forjaba, junto a ella de hinojos,
al resplandor de los celestes cirios,
al resplandor de sus celestes ojos.
Aún la recuerda, el alma mía,
entonces inocente,
le juraba amor y yo podía,
sentir su corazón,
al besar su frente!
J.Plou
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