
El día que la luna lance un grito;
la rosa de mayo pierda el aroma
y un cocodrilo en mis manos coma
las migajas de un pan bendito,
la vida cambiará y en el camino,
habrá una luz que nos alumbrará,
y siempre nos guiará,
con un inmenso resplandor divino.
En ese instante victorioso creo.
el mal al fin emprenderá la huída,
con un rápido y suave aleteo.
la suerte en los ramajes escondida,
saldrá con libre apogeo,
dando grandeza a la nueva vida.
J. Plou
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