Recuerdo los viajes a tu pueblo.
Y tú amor mío, ¿te acuerdas
de aquellas ocasiones de estar juntos?
¿Tú te acuerdas, casi en el tacto, como yo,
de aquellas primeras caricias, intranquilas
y del temblor de tus pechos?
De aquellas tardes sosegadas,
cuando el sol declinaba
y volvíamos a casa muy despacio...
Éramos como huéspedes de la libertad,
tal vez demasiado hermosa.
El azul de la tarde,
las húmedas violetas que oscurecían el aire
se abrían y volvían a cerrarse tras nosotros
como la puerta de una habitación,
por la que no nos hubiéramos atrevido a entrar.
Y casi nos bastaba un ligero contacto,
un distraído cogerte por los hombros
y sentir tu cabeza abandonada,
mientras se acababa el tiempo,
de estar juntos,
y la siempre triste despedida,
con el tímido beso, mientras
parpadeaban las primeras luces...
J.Plou
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