Mi Biel precioso,
mi tesoro, ven aquí,
mirame, ¿no estás oyendo,
que en la casa están diciendo
que te pareces a mi?
¿Y en que será? son tus ojos
dos luceros y tu carita
fresca reluciente y pura,
como los cerezos en primavera.
¿Será por tu color?
tu tienes de seda tus sienes
y rubia es tu cabellera,
y suave como la cera.
¿Será por el carácter?
Serio y misterioso soy
y tu cariñoso y risueño,
en tu inocencia eres hoy.
¿En que pues nos parecemos?
en el rostro no tenemos nada igual,
y las almas, ¡que ironía!
Junto a la tuya es la mía,
el carbón junto al cristal.
Pero hay algo que guardamos,
los dos y que lo alimentamos,
es un amor, un culto,
en nuestras almas oculto,
que no puedo describir.
J. Plou
Dedicado a mi nieto Biel
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