Soy el poeta del hombre y la mujer,
declaro que ser mujer es un canto tierno.
No hay mayor grandeza que el abrazo materno,
nuestra madre, es quien nos da el ser.
Invoco a la tierra y al mar en su danza,
en la noche, con un silencio profundo,
paseo entre sombras a mi espíritu fecundo.
por tierras pródigas que me dan confianza.
A ti, mar querido, también me entrego,
mis versos son alas que buscan la verdad,
en tus olas encuentro lo que es mi sosiego.
anhelos escondidos, de pura realidad.
No doy conferencias, ni impongo mi razón,
pero ofrezco mis versos, mi amor, mi alma.
con poemas que salen del corazón.
J. Plou
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