Los días se parecen a las cigüeñas,
vienen y luego se van y siempre dejan
una herida de nostalgia.
Vuelan a lejanos países,
dejando un olor a musgo,
a savia de madroños...
Hay días que derraman ríos de sed,
como un campanario mecido por el viento.
¿De qué cielo, de qué elevada dicha,
las cigueñas vienen?. ¿De qué amor?.
Los días se parecen a las cigueñas,
igual tristeza dejan cuando pasan,
la misma oscuridad, el mismo silencio.
J. Plou

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