Una tarde sentados en el jardín,
con el suave sonido de la fuente,
aspirando el aroma del jazmin,
Contemplando el ancho horizonte;
A la sombra del sauce llorón,
con las caras fente a frente,
entonando juntos una canción,
Oyendo juntos murmurar la fuente;
Mirando juntos el verjel cercano,
Juntos oliendo el perfumado ambiente,
Y teniendo su mano entre mi mano,
¿Me amas? le dije con acento ardiente.
Esperé la respuesta silencioso
Con mi pupila fija en su mirada,
Y luégo con acento tembloroso,
¡Te amo!, me dijo con voz entrecortada.
J. Plou

No hay comentarios:
Publicar un comentario