Libertad

Libertad, ¡Oh! sí liberación de todo
de la propia memoria que nos posee
de las profundas vísceras que saben lo que saben
a causa de injusticias que nos atan al fondo
y nos quiebran e inmobilizan las alas

La magia y el ensueño liman los barrotes,
la poesía llora en la punta del alma
y crece la inquietud mirando nuevos muros
alzados de misterio en misterio
entre minas que abren las heridas
con un ceremonial inagotable.

Todo en vano
Dadme la llave de los sueños cerrados
un milagro que ilumine el fondo de mi existencia,
que me libere de este trágico silencio.

Desafiaré al vacío
sacudiré la nada con blasfemias y gritos
hasta que caiga un rayo de castigo ansiado
trayendo a mis tinieblas el clima del paraíso.

¿Por qué soy prisionero del silencio?
¿Qué es lo que me llama y se esconde
me sigue me grita por mi nombre
y cuando vuelvo el rostro

me echa encima una niebla tenaz

como la noche de los astros ya muertos?
sufro me revuelco en la angustia,
y traigo desde entonces este dolor,
este peso en las alas
angustia subterránea
angustia anterior a mi vida
que me sigue como marcha militar
y que irá más allá
consciente
inconsciente
deforme
sonora

Sonora como el fuego
el fuego que me quema
como los versos que punzan

en las sienes y no pueden salir.

Soy humano desmesurado,
¡Sí desmesurado! y lo proclamo sin miedo
porque no soy burgués ni raza fatigada
Soy bárbaro tal vez
bárbaro limpio de rutinas y caminos marcados,
no acepto sillas de seguridades cómodas
soy el ángel salvaje que cayó una mañana
en este oscuro mundo
poeta
anti poeta
culto
anticulto
animal cargado de congojas
animal espontáneo directo sangrando sus problemas
Solitario como una paradoja
flor de contradicciones bailando
sobre el sepulcro de Dios
sobre el bien y el mal
soy un pecho que grita y un cerebro que sangra
Soy un temblor de tierra.

Crujen las ruedas de la tierra
y voy andando a caballo en mi suerte,
voy pegado a mi suerte como un pájaro al cielo
como una fecha grabada en el árbol,
como el nombre en la carta que envío,
voy pegado a mi suerte,
apoyado en el bastón de mi esqueleto.