jueves, 13 de agosto de 2020

Mi consuelo

 

¡Vienes sonriendo a mí 

tus claros ojos en que el cielo anida!... 

¡No dejes de mirarme así! 

Predestinada a consolar naciste 

de mi cuerpo mitigas el dolor... 

¡Ven, que mi pecho solitario y triste 

rebosa para tí de amor.

Sabes de mi vida un estéril yermo 

y tu, un oasis regalado, 

donde mi corazón enfermo 

se sacia de ternura. 

Al dulce amparo, 

de tu sombra en paz.

J.Plou

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