Yo he visto inmigrantes salir del agua,
con la mente cargada de promesas,
con el hambre retozando a sus espaldas.
He visto sus ojos que imaginan
un mundo para salir de sus miserias.
Yo sentí en la piel la sonrisa y el llanto,
la dulce lágrima en el desembarco,
la esperanza de unas alas que se abren
aprendiendo a volar entre sus sueños.
Yo he visto a a esa gente,
iluminados por una ilusión,
como único faro que les guía
único asidero a su presente...
extraña ilusión, falsa alegría
por un futuro no existente.
Yo he visto venir de travesía dura,
con la ilusión de un mundo ficticio,
como dulce granada que madura,
preparando su carne al sacrificio.
J.Plou
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