
Después de tantos días con esta maldita tos,
y con dolor el viento oscuro y el recuerdo
llega hoy...
Cuando ayer el aliento era misterio
y la mirada seca, sin destino fijo,
buscaba un resplandor definitivo,
y hoy llega tan delicada y tan bonita,
esta mañana...
Es la sorpresa por la claridad,
se acabaron las lluvias,
que lavaron el avellano y el olivo
ya muy cerca del mar.
Invisible quietud;
la brisa oreando con su melodía.
Es la iluminación de la alegría
con el silencio que no tiene tiempo.
Donde llega el pensamiento
es en el mar del alma,
¡adoro este momento
con el aire entre mis manos,
de esta paz que me espera
en el último oleaje, que es el mío!
J. Plou
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