
En el patio resuena la risa de un chico,
con frases cortas que hieren como un pico.
Es Trump, el matón que siempre destaca,
con burlas y juegos, siempre ataca.
"Matón de patio", "mal hablado",
sus palabras son un dardo mal lanzado.
Con un gesto ridículo y voz de caricatura,
ridiculizando a otros, muestra su locura.
Antes quizá era un juego encantado,
verlo desmenuzar con descaro afilado.
Pero las risas se han vuelto susurros,
su ingenio se pierde en discursos oscuros.
Cuando habla ante miles, se siente perdido,
como un niño asustado, con el mundo herido.
Su comprensión es breve, de un corto horizonte,
mi nieto de siete años tiene un discurso más coherente.
En debates lo ves, lanzando insultos,
con ataques que duelen, pero poco cultos.
No hay esperanza de mejorar en su andar,
pues el matón del patio siempre ha de tropezar.
J. Plou
No hay comentarios:
Publicar un comentario